El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) convocó a los palestinos a un «día de la ira» en el marco de una «movilización general» frente a la «ocupación» ante la autorización del Gobierno de Israel a la “Marcha de la Bandera” en Jerusalén.

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Esta provocación, organizada por organizaciones derechistas y religiosas, tiene como fin conmemorar la «unificación» de Jerusalén y la toma de Jerusalén Este, la Franja de Gaza, Cisjordania, y los Altos del Golán durante la Guerra de los Seis Días en 1967, un hecho no reconocido internacionalmente.

«El permiso dado por el gobierno fascista de ocupación a los colonos para organizar la llamada ‘Marcha de la Bandera’ en las calles de la Jerusalén ocupada es una confirmación de su arrogancia y su búsqueda de judaizar los lugares santos (musulmanes y cristianos de la ciudad), lo que supone una agresión contra los sentimientos de cientos de millones de musulmanes en todo el mundo», señaló el movimiento.

Asimismo, advirtió a «la ocupación contra la continuación de estas políticas criminales” contra sus lugares santos, siendo el corazón de ellos la sagrada mezquita de Al Aqsa».

En ese sentido, manifestó que «la resistencia» hallará «las vías para dañar al enemigo».

Además, de la movilización «especialmente en Cisjordania, Jerusalén y el interior ocupado», instaron a «a las masas de la nación árabe e islámica» y «a los pueblos libres del mundo» que «incrementen los movimientos que presionan a la ocupación y a aquellos que la apoyan».

Por otro lado, el dirigente Hamás, Osama Hamdan, confirmó durante una conferencia de prensa celebrada este martes, que el grupo no aceptará un acuerdo que no garantice un alto al fuego permanente por parte de Israel ni a una retirada completa de la Franja de Gaza.

Afirmó que la respuesta israelí a la oferta de la Resistencia palestina del pasado mes de mayo no responde a esos dos puntos básicos y que, por tanto, ya comunicaron su posición a los mediadores.

También aseguró que la ocupación no tendrá a los prisioneros retenidos a menos que garantice una negociación seria y real donde los palestinos encarcelados disfruten de la libertad.

En ese sentido, denunció el sufrimiento de los detenidos palestinos y señaló que hay un completo desprecio hacia la tragedia de estos, mientras existe un gran interés occidental en los detenidos de la ocupación.

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